domingo, 14 de agosto de 2011

Aquí se respira lucha - Segunda Parte

Los mates, el tereré, las tortas fritas y el jugo de pomelo son moneda corriente en la casa de Ambrosia. También la amabilidad, la solidaridad, la hospitalidad y el respeto. Ella y su familia comparten todo lo que tienen, y hasta lo que no poseen.
En cada almuerzo demuestran lo desprendidos que son, de hecho en 3 de las 4 comidas que compartimos durante nuestra estadía sacrificaron un animal para agasajarnos. Siendo el último un cerdo, dato no menor teniendo en cuenta que solo tenían dos y sus destinos ya estaban predispuestos para ocasiones especiales. Aún así privilegiaron compartir esa pequeña gran riqueza con nosotros y preparan un impresionante banquete para el último día, con el cerdo asado como plato principal. La carne más tierna que probé en mi vida, con apenas presionar con el tenedor alcanzaba para conseguir un corte perfecto.
Un gallo y varias gallinas pasean con total naturalidad por la cocina. De a momentos parecen ser como cualquier integrante de la familia. A pesar de que sus destinos inevitablemente serán formar parte de algún plato de comida.
El marido de Ambrosia trabaja de obrero en el rubro de la construcción en Formosa capital. Ella debe hacerse cargo de todas las tareas del hogar, y ahora además de la beba. Trabaja muy duro y no pierde el espíritu crítico al hablar de la difícil situación que están atravesando los habitantes de la colonia a causa de las presiones gubernamentales para cultivar soja y algodón transgénico.
Las pruebas sobre las consecuencias que traen dichas cosechas ya están a la vista. No solo en los suelos desgastados, sino  también en un bebé que nació hace apenas algunos meses con graves problemas congénitos.
Las fumigaciones con glifosato no se detienen ,y más aún, se multiplican a lo largo y ancho de toda la colonia. El glifosato es un herbicida que fue calificado por la Organización Mundial de la Salud como altamente tóxico para para exposición oral, dermal e inhalación.
A la hora de hacer negocios las autoridades no se detienen a pensar en el riesgo que estos pueden traer al medio ambiente y a los propios pobladores. Monsanto es una empresa multinacional y multimillonaria que produce herbicidas y semillas genéticamente modificadas. Se ha ocupado de monopolizar el mercado agrónomo mundial con productos que no pasan las pruebas mínimas de sanidad, y aquí en la Argentina encontró a Insfrán como un socio perfecto.   
Al gobernador de la provincia no le interesa asfaltar las calles que llevan al pueblo. Tampoco le preocupa demasiado el hecho de que la salita de primeros auxilios no esté disponible ni en horarios nocturnos ni los fines de semana. En la colonia loma de Sené hay que elegir bien cuando enfermarse; porque el hospital más cercano es el de Pirané que está a más de 40 kilómetros de distancia, y la inexistencia de medios de transporte públicos dificultan aún más su acceso.
Si bien la asignación universal por hijo ha  mejorado de alguna manera la situación económica de muchos campesinos, la falta de trabajo sigue siendo un problema que ataca a los jóvenes. Quienes ante la falta de posibilidades y el esfuerzo que sus padres deben realizar para mandarlos al colegio pierden la motivación para terminar sus estudios.
Formosa es la provincia más pobre de Argentina, el 17% de sus pobladores está por debajo de la línea de la indigencia y el 45% de la de pobreza. La mayor fuente de empleo es el estado que cuenta con 70mil empleados y más de 40 mil beneficiarios de planes sociales. Puede allí estar la explicación de las interminables reelecciones de un gobernador que explota al máximo los recursos del estado para llevar adelante una política clientelar con los ciudadanos. “ Acá si no estás con Gildo, no te dan nada”, explica un campesino opositor de la zona sobre las maniobras del gobernador Insfrán.

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